jueves, 23 de febrero de 2012

Emprendedores, orientad la cultura de vuestra empresa a la toma de riesgos

“El éxito es ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”, Winston Churchill.
 
Para el emprendedor el fracaso es su espada de Damocles que hace que tenga que soportar un peso adicional que, en muchas ocasiones, reduce la lucidez a la hora de tomar decisiones, de tal manera que decidimos no salir de nuestro círculo de confort y optar por lo seguro, una reacción que es normal y humana.

Pero la seguridad es un riesgo, y esto lo explicó muy bien Seth Godin en su libro “la vaca púrpura”: Respondemos a nuestra aversión por las críticas escondiéndonos, evitando los comentarios negativos y con ello garantizamos nuestro fracaso. Si la única forma de abrirse paso es ser extraordinario y la única manera de evitar la críticas es ser aburrido y estar seguro, la elección es obvia, o no.

La realidad es que en la mayoría de las empresas no existe una cultura orientada a la toma de riesgos y empieza a ser una necesidad para mejorar nuestra competitividad.

Al respecto de esto, hace unas semanas, pude leer una iniciativa que me gustó mucho, fue en el blog de Jeff Stibel en Harvard Bussiness Rewiew.

Jeff explica como puso en marcha lo que él llama el muro del fracaso, como parte de sus esfuerzos para crear una cultura de empresa donde los empleados pudieran tomar riesgos sin temor a represalias.

Una noche volvió a sus oficinas y pintó toda una pared de blanco, y escribió unas sencillas instrucciones; 1. Describir un error cometido, 2. Describir el aprendizaje que supuso y 3. Firmar con el nombre.

Una vez hecho esto, el primero en dejar constancia de sus tres mayores fracasos fue el propio Jeff Stibel. En pocos días el muro estaba lleno.

Por supuesto, una iniciativa como esta no dejaría de ser algo aislado de no existir una filosofía corporativa ante los errores, él explica que en sus oficinas no fomentan la toma de riesgos, si no que exigen el fracaso, argumentando que si no fallas de vez en cuando, entonces probablemente no estás avanzando. Algo que va muy en la línea de lo que afirma Seth Godin.

Aunque esto puede ser muy atractivo de implantar Jeff advierte que en última instancia lo que conforma esta cultura son las personas, por eso la mejor manera de implantarla es centrarse en la contratación de las personas, considerando su adaptación a la cultura incluso por encima de sus cualidades profesionales.

Un artículo de Jorge Fernandez

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